
En esta entrada os quiero enseñar otro de los cuadernos más especiales de mi recorrido en el scrap. No se trata del primero que hice con mis propias manos, sino del primer smashbook que llegó a mis manos gracias a un regalo muy significativo.
Con el tiempo, uno de mis familiares se dio cuenta de lo mucho que este mundo me estaba ayudando: era mi forma de centrarme en otras cosas, de olvidarme un poco del dolor y de mantener la mente ocupada. Al ver lo importante que era para mí, me regaló ese cuaderno de Smashbook y también algunos materiales con los que poder seguir trabajando y llenando mis días de creatividad.
Ese smashbook nunca lo llegué a terminar. De hecho, aún a día de hoy, sigo utilizándolo. Todavía quedan páginas en blanco porque fueron años muy duros, y en medio de tantas dificultades no siempre encontraba fuerzas para completarlo y, cuando he intentado a ver algo en él en la actualidad, me siento como si estuviera alterando mi pasado y no me siento cómoda. Aun así, lo guardo como un tesoro, porque ha estado conmigo en una de las etapas más importantes y difíciles de mi vida, y porque simboliza apoyo, compañía y una manera de seguir adelante.
En el siguiente vídeo os muestro ese cuaderno. Aunque no esté acabado, para mí tiene un valor incalculable: pertenece a una parte esencial de mi vida, y refleja no solo un proceso creativo, sino también un proceso vital.
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